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La inacción en el escándalo del INSS revela la prioridad de Lula con la “república sindical”

La inacción en el escándalo del INSS revela la prioridad de Lula con la “república sindical”

La omisión y vacilación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) frente a los descuentos fraudulentos aplicados a las jubilaciones y pensiones del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) revela más que el temor al daño político causado por el multimillonario escándalo de corrupción. Según los analistas, Lula tiene más miedo de criminalizar a los sindicatos que de perder el apoyo de los miembros de su base política en el Congreso.

Para los políticos y analistas entrevistados por Gazeta do Povo , la falta de medidas efectivas para frenar nuevas desviaciones, aliada al nombramiento de Wolney Queiroz (PDT) como nuevo ministro de Previsión Social, expone los vínculos históricos, personales y electorales de Lula con la “república unida”, que intenta rehabilitar.

Según ellos, al elegir para sustituir a Carlos Lupi (PDT) a alguien que ya era el número dos del ministerio, que participó de reuniones en las que se denunciaron irregularidades estimadas en R$ 6,5 mil millones y que lideró iniciativas legislativas para facilitar los desvíos, el presidente abdica de soluciones concretas y muestra resistencia a enfrentar a las entidades sindicales.

Durante una visita a Rusia el fin de semana, Lula atribuyó al gobierno de Bolsonaro la creación, en 2019, de una “banda” responsable del escándalo de fraude del INSS, prometiendo una investigación “sin prisas y sin pirotecnia” para recuperar los montos malversados. Dijo que los jubilados no sufrirán pérdidas y que las entidades involucradas tendrán sus activos congelados para su compensación.

La oposición reaccionó señalando que el fraude se cuadriplicó durante el gobierno de Lula. El dinero transferido a asociaciones sospechosas pasó de R$ 706 millones al final del gobierno de Bolsonaro en 2022 a R$ 1,2 mil millones en 2023 y R$ 2,8 mil millones en 2024.

Opositores al gobierno también criticaron la exclusión de la congelación de activos de entidades como el Sindicato Nacional de Jubilados, Pensionistas y Ancianos (Sindnapi), vinculada a José Ferreira da Silva (Frei Chico), hermano de Lula. Parlamentarios, como el diputado Nikolas Ferreira (PL-MG), cuestionan: si existe la convicción de que todo comenzó con Bolsonaro, ¿por qué el PT y otros partidos de izquierda se niegan a apoyar la apertura de una Comisión Parlamentaria Conjunta de Investigación (CPMI) para investigar los crímenes?

Lula teme más criminalizar a los sindicatos que perder apoyo del PDT, dice analista

Leonardo Barreto, socio de la consultora Think Policy, destaca que Lula no cedió ni siquiera ante la generalizada indignación popular por el fraude. El presidente no debe bajar la guardia. Sobre todo porque el segmento de mayor edad del electorado es el único en el que aún mantiene la mayor popularidad, señaló.

En la evaluación del experto, más que el miedo a perder el apoyo del PDT en el Congreso –lo que terminó sucediendo en la Cámara–, la mayor preocupación de Lula es no distanciarse de los sindicatos que dependen de recursos cobrados obligatoriamente, legal o ilegalmente, a los trabajadores y jubilados.

Para Barreto, la forma como el gobierno maneja el escándalo del INSS revela la prioridad dada a la protección de los sindicatos. “La vieja alianza entre el PT y el movimiento sindical explica por qué Lula intenta gestionar la crisis sin perjudicar a las entidades y, siempre que sea posible, sin criminalizarlas”, destaca.

El Sindicato Nacional de Jubilados, Pensionistas y Ancianos (Sindnapi), cuyo vicepresidente es José Ferreira da Silva (Frei Chico), hermano de Lula, fue uno de los primeros blancos de la investigación de la Policía Federal (PF) y la Contraloría General de la Unión (CGU) por descuentos indebidos en beneficios .

El Gobierno busca vías para financiar entidades tras el fin del impuesto sindical

Desde que la reforma laboral de 2017 eliminó las cuotas sindicales obligatorias, los sindicatos han enfrentado dificultades de financiamiento. Desde 2023, Lula busca formas de ayudarlos. A principios de año, el ministro de Trabajo, Luiz Marinho, anunció que el Ejecutivo enviaría un proyecto de ley al Congreso para restablecer el flujo de recursos a las entidades.

El periódico Folha de S.Paulo reveló que el Ministerio de Trabajo quintuplicó los fondos para ONG vinculadas a sindicatos, una práctica que llevó al despido de Lupi en 2013, cuando dirigía ese departamento durante el gobierno de Dilma Rousseff (PT).

En el ámbito jurídico, el Supremo Tribunal Federal (STF) decidió en 2023 que era válido cobrar contribuciones asistenciales también a los trabajadores no sindicalizados, siempre que se garantizara el derecho a objetar. Pero aún hay dudas, como la posibilidad de un cobro retroactivo para quienes nunca se manifestaron en contra de los descuentos antes de la decisión del Tribunal.

Las cotizaciones sociales se han convertido en una nueva fuente de ingresos para los sindicatos, afirma el líder de la oposición

El líder de la oposición en el Senado, Rogério Marinho (PL-RN), denunció los intentos del gobierno de Lula 3, desde que asumió el cargo, de revertir cambios en las leyes que rigen la relación entre trabajadores y sindicatos. Relator de la reforma laboral, critica decisión del STF a favor de contribuciones de no sindicalizados. “Fue una violación a la libertad de elección del trabajador”, dijo.

Marinho cree que los sindicatos que se quedaron sin impuestos sindicales vieron en la contribución social una “nueva veta a explorar”, lo que también ayuda a explicar el aumento de cobros fraudulentos bajo el actual gobierno.

“Tenemos un gobierno capaz de la mayor cobardía, apropiándose de los escasos recursos de los jubilados”, añadió, al defender la apertura a finales de mes de la Comisión Parlamentaria Mixta de Investigación (CPMI) para determinar responsabilidades en el escándalo del INSS.

El día 7, la Comisión de Asuntos Sociales del Senado (CAS) aprobó el informe de Marinho sobre el proyecto de ley (PL 2830/2019) que garantiza a los trabajadores el derecho a oponerse, de forma sencilla e individual, como mensajes electrónicos, a la deducción de las contribuciones sociales de su nómina.

La Junta también aprobó una solicitud urgente para que el asunto se vote directamente en el pleno de la Cámara. La propuesta ya contaba con opinión favorable de la Comisión de Constitución y Justicia (CCJ) del Senado en abril de 2024.

Un informe de la oposición señala los nombramientos políticos como incentivo para las desviaciones

Un estudio realizado por técnicos de la bancada opositora en el Senado indica que el gobierno de Lula proporcionó una ola de descuentos asociativos indebidos, sea por vía de indulgencia o por medio de medidas que indujeron al fraude. El documento Observatório da Oposição - Especial Escândalo do INSS (Observatorio de la Oposición - Escándalo Especial del INSS) atestigua que las cifras de criminalidad sólo llegaron a miles de millones debido a nombramientos políticos y al desmantelamiento de los mecanismos de control creados por gobiernos anteriores.

De 2021 a 2024, los descuentos en la nómina saltaron de R$ 536 millones a R$ 2,8 mil millones, con un crecimiento exponencial del número de cobros no autorizados a partir de 2023, precisamente cuando Lula regresó a la Presidencia. La CGU había recomendado la suspensión de los descuentos siete meses antes de la operación del PF, pero fue ignorada.

Según senadores de oposición, el gobierno no solo mantuvo acuerdos con entidades bajo sospecha, sino que emitió normas que dificultan sancionarlas, exigiendo, por ejemplo, que más del 5% de sus afiliados se pronuncie en contra de los descuentos para que se considere cualquier sanción.

Por otro lado, el gobierno anterior, liderado por Jair Bolsonaro (PL), adoptó medidas que buscaban precisamente frenar las desviaciones. En su primer mes, emitió la Medida Provisoria (MP) 871/2019 para endurecer la revalidación anual de descuentos y extinguió, vía MP 873/2019, la contribución sindical directa sobre la nómina salarial, exigiendo el pago vía boleto.

Sin embargo, a partir de 2023, bajo la tutela del entonces ministro de Seguridad Social, Carlos Lupi, figuras vinculadas al sindicalismo tradicional volvieron a ocupar puestos estratégicos, como la presidencia del INSS. El número de denuncias pasó de poco más de 24.000 en el bienio 2019-2020 a casi 460.000 en los dos primeros años del gobierno de Lula.

El informe muestra también que la reestructuración de las prácticas estuvo acompañada de frecuentes contactos entre dirigentes sindicales desconfiados y ministros del actual gobierno.

Diputado critica omisión del STF con el “mayor escándalo desde Petrolão”

El economista y diputado estadual Cláudio Branchieri (Podemos-RS) atribuye la responsabilidad por el escándalo millonario de descuentos indebidos en el INSS, que, según él, benefició a entidades y personas vinculadas a la izquierda, a la omisión de las autoridades. Por el contrario, la derecha, señala, siempre se ha opuesto a cualquier tipo de cuotas sindicales obligatorias.

Desde 1994, entidades como la Confederación Nacional de Trabajadores Rurales, Campesinos y Agricultores Familiares (Contag), vinculada al PT, han estado realizando descuentos directamente a las prestaciones de los jubilados. En 2019, el entonces presidente Jair Bolsonaro (PL) intentó frenar los abusos mediante una medida provisional, pero el Congreso, dominado por intereses turbios, bloqueó cualquier supervisión durante años, criticó.

Branchieri también responsabiliza al ex ministro de Seguridad Social Carlos Lupi por medidas que habrían facilitado los desvíos, como el fin de la exigencia de biometría para validar las autorizaciones y la autorización para que los descuentos se inicien únicamente con base en listas enviadas por los propios sindicatos beneficiados.

Según el parlamentario, la situación se agravó cuando el ministro del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), Aroldo Cedraz —nombrado por el gobierno del PT— aprobó el modelo sin los controles necesarios.

Nos enfrentamos al mayor escándalo desde el de Petrobras. Se han estafado miles de millones a jubilados que apenas pueden pagar sus medicamentos. Hay autos de lujo, bienes raíces, viajes y lavado de dinero en el extranjero. Pero el Tribunal Supremo, que arresta a personas por publicaciones en redes sociales y por pintarse los labios en estatuas, guarda silencio.

Lupi y el Gobierno intentan externalizar la culpa por miles de millones en malversaciones en el INSS

En sus últimos días al frente de la Seguridad Social, Carlos Lupi buscó eximirse de responsabilidad por el escándalo de fraude del INSS, atribuyendo la demora en actuar a la ineficiencia de los subordinados y a la complejidad del sistema. Admitió haber sido advertido sobre las irregularidades en 2023, pero dijo estar “irritado por el retraso” en la implementación de las medidas.

En su defensa, citó la apertura de más de 200 investigaciones, con detenciones y ahorro de R$ 1,1 mil millones. Cuando dimitió el 2 de mayo, afirmó que no había sido nombrado en las investigaciones y defendió el castigo de los responsables. El ex candidato presidencial Ciro Gomes (PDT) salió en su defensa, acusando a las administraciones anteriores y criticando la elección de su sucesor, Wolney Queiroz.

En medio de la crisis, los ministros Rui Costa (Casa Civil) y Gleisi Hoffmann (Relaciones Institucionales) atribuyeron el origen del esquema de fraude al gobierno de Bolsonaro y minimizaron la responsabilidad de la administración del PT.

Costa denunció fallas de la Contraloría General de la Unión (CGU), con falta de advertencias al gobierno, lo que habría dificultado una reacción inmediata. Gleisi, a su vez, afirmó que sólo durante el gobierno de Lula la PF y la CGU enfrentaron a las pandillas. También dijo que el Gobierno está trabajando para corregir errores y compensar a los afectados.

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